miércoles, 11 de diciembre de 2013

Oficio de poeta: comentario de Santiago Sylvester



Comparto estas palabras como un regalo que Santiago Sylvester, gran poeta salteño y admirado por mí, escribió sobre mi poesía:

Querido Hernán, entre "Primera persona" y "Gallito ciego" estuve dando un buen paseo para ver qué hallaba. Y lo que he hallado es un sentido de orientación muy bueno: ahí se ve claramente que tu poesía, partiendo de un buen oficio de poeta, va hacia un intento (mucho más no es posible) de interpretar la época. Me refiero a la esta época inevitable que nos moja.
Me han gustado mucho los dos libros, pero como el segundo termina con poemas posteriores, es posible hablar de una dirección. Y esa dirección, creo, está beneficiada porque abrís ventanas para que entre el aire del tiempo histórico: los poemas últimos son, creo, más porosos a "lo que pasa en la calle", aunque no dejen de apoyarse en un pensamiento abstracto.
Lo cierto es que, además de gustarme, tus poemas me han dejado la sensación de que estás trabajando en una línea que me gusta: pensamiento sin descuidar lo concreto, lo que se ve y se toca.

Te mando un abrazo,

Santiago Sylvester, 24/10/2013

jueves, 5 de diciembre de 2013

Una gallardía necesaria: comentario de Marisa Pérez Alonso




En primer término, voy a comentarte que debí suspender mi primera sorpresa al leer que Gallito ciego era una antología seleccionada por vos. Me sorprendió esta especie de desdoblamiento, esta nueva faceta que te presenta como un gran inquieto literario. Antología de poemarios que ya leí (y por los que evoqué mis sensaciones pasadas, muy dulces y felices de leer un poeta que se arma como rompecabezas ante el lector) y la tercera parte que es una novedad, una ventana abierta a la brisa fresca de la mañana, un poeta que ha crecido incomparablemente. Entonces, lo que leí, sobrevolando la primera sorpresa, fue un proceso. Pude desgustar un libro de prodigios que me llegaba a modo de Currículum Vitae de la palabra poética de un escritor polifacético, multiproyecto y filósofo de lo cotidiano.

En segundo lugar, por el título del libro comencé a leer con el espíritu dispuesto para el juego, viejo y nuevo a la vez, de buscar sin saber muy bien cómo, pero sabiendo profundamente que lo que busco es tu razón de ser. Y la encontré, felizmente. Me encontré con esa forma de reciclar palabras en sintaxis sorprendentes. Me encontré con metáforas frescas que son un desafío a la originalidad. Algunas imágenes son una suerte de hilos mesiánicos dejados hábilmente para poder seguir la historia presente y a la vez una cara presente de otros libros que también son parte tuya.

Fue un placer empezar con NO LUGAR, porque parecía una proposición como la que hacen los niños pequeños al empezar a jugar. "Vos sos un señor de bigotes que viene de dar clases y se saca su ropa de trabajar, deja sus maletín con trabajos por corregir y se saca los bigotes, para jugar a ver la vida de cada día con unos anteojos que encontró azarosamente en un cajón." "Y yo soy la lectora que te lee, te descifra, se sorprende o suspira y vuelve a leer por si se quedó algún significado en el borde."

También pude ver que hay una cuidadosa elaboración de sentidos por acumulación. Un prodigioso trabajo de selección que no es solamente sumar los que nos gustan como escritores, sino sumar al significado general de libro que nos dice cosas, cosas hermosas de ese proceso creativo y del camino de la vida que le sucedieron al poeta que veía un Mundo como ventanas y que luego en Primera Persona puede reconstruir la cotidianeidad. Un diario vivir que, al igual que un gallito ciego, se levanta temprano por la mañana para dar la bienvenida a la luz, la claridad y encontrar la gallardía necesaria para afrontar la vida.

Es muy fácil reconocer que sos un poeta con muchas lecturas, profundas y necesarias, de textos literarios y de la vida misma que nos transcurre y nos inventa en lugares nuevos como padres nuevos o por segunda vez niños que viven una infancia cercada de posibilidades.

Bueno, mi querido poeta, el único reclamo, ya conocido, es tu toque al estilo varita mágica de integración del lector, ya que no poner comas o signos de puntuación... ME MATA, pero me hace entrar en tu juego de interpretación. Como verás, me gustó mucho este libro, pero no puedo decirlo sencillamente porque Gallito ciego tiene la virtud de muchos textos que guardo en un lugar muy especial de mi corazón: es simple, profundo y fuertemente conmovedor.

Abrazos de plumones y piares amarillos.

Marisa Pérez Alonso, 4 de diciembre de 2013

*Autora de "La luna y otros monstruos"y "Juan de este mundo".